Vuelvo a Madrid.
Esta vez ha sido para asistir a la manifestación convocada por los sindicatos el pasado día 12.Un viaje en tren, cómodo, rápido, perfectamente organizado, se nota que son profesionales y saben lo que llevan entre manos.
No voy a entrar en la guerra de cifras eso que lo hagan otros, pero la asistencia fue masiva, una importantísima masa de trabajadores pidiendo unas reivindicaciones justas y validas para la sociedad y el futuro de todos
De mi centro de trabajo solo acudimos tres, y los tres miembros de mi mismo sindicato, se ve que los otros tendrían cosas mejor que hacer. O quizá la indolencia y el individualismo se han afianzado tanto, que la desilusión de no ver alternativas a un trabajo aburrido y poco gratificante sin expectativas de futuro más allá de esperar la jubilación, te impida preocuparte por nada.
Allí nos encontramos con gentes venidas de toda España, bastantes amigos de la Comunidad a los que el trabajo realizado en pos de sus compañeros ha dotado de un respeto, que los que nos seguimos considerando novatos en esto admiramos.
Todos juntos nos encaminamos al principio de la manifestación, por razones organizativas nosotros nos incorporaríamos a la marcha a la altura de la Cibeles. Buen ambiente, buen rollito, mi mujer y yo aprovechamos el parón para hacernos unas fotos junto a la diosa. Afortunadamente ningún símbolo futbolístico lo adornaba, aunque eran bastantes los que enarbolando una bufanda del FC Barcelona osaban profanar el símbolo.
A las 12 en punto empezamos a andar, por un lateral de la calle mientras en el otro se esperaba que llegara la cabecera de la manifestación. Aproximadamente sobre las 13h. Coincidimos con la cabecera teniendo a escaso cinco metros de mí a los dirigentes sindicales y demás personalidades, no faltaba ni Pilar Bardem persona que no es santo de mi devoción, pero bueno, asegura portadas en el periódico y en los telediarios.
Acaba la manifestación, llega la hora de los discursos; uffffffffffffffffff, que plastas, que retorica más antigua, cuanta palabrería sin sustancia, siempre las mismas cosas la lucha de clases y el capital y el tal y tal………..
Lástima que esta inadaptación de los sindicatos a los nuevos tiempos les…, nos, impidan luchar más certeramente por los intereses de los compañeros, y sabéis que yo lo sufro en mi centro, no se puede ir con viejas teorías ni con viejos planteamientos ni a ver ni a solucionar nada.
Ya una vez acabado todo, volví a la Plaza Mayor con mi esposa a comer algo, otra vez el menú madrileño, pero en este caso sabiamente aconsejado por un nativo.
A las 5, tren de vuelta y al llegar a casa a dormir que el día ha sido largo
