Privacidad en la red

Con la reciente presentación de la película La Red Social, basada en el nacimiento y consolidación del fenómeno Facebook, estamos asistiendo a una serie de campañas destinadas a desacreditar a esa aplicación con críticas a su falta de privacidad y a su seguridad.
Este hecho ha conseguido que una buena amiga y fiel seguidora de estas letras haya acabando borrándose, bueno dejándolo en suspensión, del Facebook.

En primer lugar nada que alegar a su decisión, si lamentarlo porque era una persona muy participativa y le gustaba comentar alguna de las cosas que mi otro yo pone en Facebook.

Y en segundo, también lamentar el hecho de que campañas de este tipo contribuyan a desprestigiar a una aplicación como esta por una mera cuestión de cuota. De entre todas las redes sociales, Tuenti, Twiter, Hi5, Linkedin, Xing, etc..., no llegan al 10% de lo que genera Facebook. De ahi la intentona, esta campaña de desprestigio ya la han emprendido anteriormente contra todo lo que en Internet es mayoritario, Google, Youtube, hasta el Hotmail era peligroso para la intimidad.


La privacidad, si es que no ha muerto ya, va camino de convertirse en una utopía: Si. Diariamente somos observados y grabados por cámaras de seguridad en cualquier supermercado, tienda de ropa, almacén, estación de servicio, banco al que entremos, además de las cámaras de vigilancia de las entidades de trafico, y cualquier edificio u organismo publico que visitemos
Con nuestro historial de búsquedas en Google y Youtube saben que temas nos interesan, por donde nos movemos y que vemos. El cartero sabe la correspondencia que recibimos, quien nos escribe y a quien escribimos


Voluntariamente damos nuestros datos para todo tipo de tarjetas de crédito, de afiliación política y/o sindical, tarjetas de descuento en supermercados o tiendas de deportes y demás, puntos de gasolineras, videoclub (que antiguo, de esto ya no quedan...) y en la pizzería de la esquina que cuando recoges diez te regalan una. Saben cuando sacamos dinero, a quien se lo damos y porqué, tienen acceso a nuestro historial de crédito, nuestros gustos alimenticios, nuestro estilo en el vestir, si en nuestro ultimo viaje echamos una canita al aire e incluso si usamos preservativos extragrandes, extrafinos o con sabores.

No es que a mi la privacidad en Internet no me preocupe, me preocupa tanto que en este blog uso un pseudónimo, pues claro que me preocupa. Pero es que somos nosotros mismos los que fomentamos esa falta de privacidad. Y podemos dejar de hacerlo, configurando correctamente nuestros equipos y nuestras conexiones, no aceptando a todo aquel que viene como amigo, solamente a los que conocemos. Controlando lo que colgamos y vigilando lo que cuelgan de nosotros.
La misma red que tanto nos utiliza puede ser la que nos proteja si los cortafuegos son los adecuados y están bien utilizados

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