9.58

9,58. Se tarda mas en escribirlo que lo que ha tardado Usain Bolt en correr cien metros.

Este si es el hijo del viento.

Los que veíamos los grandes duelos de finales de los 80 entre Carl Lewis y Ben Jonson*, aprendimos a disfrutar con el trabajo sencillo y fácil, corrían como si no costara. Aquella final en Seúl 88, dejando el record, luego anulado en ¡¡¡9.83!!!! Inolvidable…..

Desgraciadamente el error de calculo de un medico, (los otros no se equivocaron) permitió que se descubriera el dopaje acabando con la mítica pelea. Luego vino el páramo, el desierto, corredores totalmente artificiales y prescindibles (¿Quien se acuerda de Donovan Bayley*, Maurice Greene, Tim Montgomery?) si, de vez en cuando se batía el record mundial, pero los corredores no tenían ya ni encanto ni generaban empatia, mas bien al contrario, eran gente mal encarada, entupidos y algunos de ellos incluso han acabado delinquiendo y en la cárcel

Por eso lo que esta haciendo este chiquillo, (22 años) tiene mas merito todavía. Su simpatía, su forma de correr, esa superioridad que arrastra por donde va, permitiéndose el lujo de dejar de correr los últimos diez metros…, de ir hablando con el compañero…, de dejarse ganar en una semifinal para que lo pueda contar…, en fin, corriendo como si no costara y esta volviendo a llevar a esa prueba a donde debe de estar, es lo mas grande y lo mas importante del deporte en general…. esperemos que el medico esta vez no se equivoque.

* Algo tiene Jamaica en la velocidad ¿será lo mismo que le gustaba a Bob Marley…..?, ya que estos aunque corrían por Canadá eran también jamaicanos