Accidente en Santa Pola

Quería retomar esto haciendo referencia a la vuelta al trabajo y el reencuentro con los compañeros y también con algún amigo, si fuese el caso. ¡Que no lo ha sido! .Pero… hete ahí, que al pasar por santa Pola camino de mi trabajo he contemplado un accidente de tráfico y ya nada ha podido ser igual.

Cuando yo he pasado por allí el accidente ya se había producido, era un motorista que al parecer había chocado contra un vehículo industrial, furgoneta o camión de reparto o algo parecido. La moto ya no tenía forma definida, imposible determinar marca ni modelo, solamente unas piezas medianas de color azul y la estructura permanecían compactas, el resto esparcido por los alrededores. Y del motorista, aparentemente estaba intacto, es decir no se apreciaba que hubiese perdido ningún miembro durante el percance

He podido apreciar como unos sanitarios trataban de reanimarlo tenían sin casco, apoyando la cabeza en una férula que le habían colocado y tenía todo el cuerpo intubado y con cables. Mientras esta lucha sucedía, otra enfermera doblada cuidadosamente una sábana blanca, sin prisa, con la dulzura con la que se arropa a un niño pequeño o a un familiar enfermo en las frías noches de invierno, y la colocaba sobre los pies del accidentado que permanecía sobre el ardiente asfalto. He de pensar que esa sea la sábana blanca sobre la que después se cebaran los diarios y las televisiones, mostrándonos no una persona sino un número más en la estadística.

No sé quién era, ni desde donde venia ni hacia donde iba. Posiblemente alguien le esperase y; yo espero que llegue a la cita, con retraso pero que llegue. Que esa sábana blanca que con tanta dulzura preparaba la enfermera no acabase tapando a un cadáver sino que protegiese a un hombre del tremendo calor que caía a las dos de la tarde en el cruce de Santa Pola

Tengo escrito que la vida son raticos. . Lamentablemente, a veces, la muerte también


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