Mitin......

Anoche (viernes) estuve en el mitin que Zapatero dio en Alicante. Una gran cantidad de gente, no podría precisar el numero, pero me parece que seis mil como dice el periódico son muchos, pero en fin había muchísima gente.
La mayoría, por no decir todos .con el voto decidido de antemano, yo, los que me seguís sabéis que tengo mis dudas, si no tuviese esa manía de leer que tengo, también estaría convencido, pero la verdad es que las dudas se me están aclarando bastante. Lo dicho un espectáculo, solo falto fuegos de artificio.
Empezó Leire Pajin, un discurso sereno, muchas referencias a los alicantinos y las alicantinas, que poca gracia me hace ese lenguaje políticamente correcto pero gramaticalmente inútil. Todos os que hemos estudiado algo, bendita EGB, sabemos que cuando en un grupo de personas son todas del sexo femenino, a mi el genero me suena a clases de telas, se utiliza la terminación as, pero en el momento que hay una persona del sexo masculino, hay que usar la terminación os, no soy filólogo, pero mientras la Real Academia no lo cambie, no pienso caer en la trampa esa de decir” los trabajadores y las trabajadoras”. Bien, esta chica tiene mucho futuro como ya escribí en un artículo de este blog,(Ver escrito 27 de noviembre).Un valor en alza y esta llamada a liderar el PSPV, si no se malogra con las amistades.
Bernat Soria fantástico, un descubrimiento; un discurso coherente y serio. Se le nota que ha estudiado, tratando los problemas, explicándolos y acompañándose de referencias científicas, no trataba de venderte la moto. Es lo que tienen los que han estudiado ciencias, que no pueden venderte un coche roto.
Y para el final Zapatero. Me defraudo, un discurso lleno de tópicos, sin sentimiento, explotando frases sacadas de contexto, mucha leña al mono (léase PP), y con una elocuencia acorde con el personaje, es decir pobre. Yo no se si acaso es que estoy un poquito en guardia con el, pero no me lo creía, lo siento, lo estaba escuchando y me paso como en esas películas malas, que te pones a verlas y al final acabas dándote cuenta de los paisajes y lo maravillosa que es la iluminación, pero ni te acuerdas de argumento ni de las escenas. Y eso es lo peor que le puede pasar a un político, que tus correligionarios no te crean.