Observo que cada vez mas las cúpulas de los distintos estamentos de representación ciudadana, sean sindicatos, partidos políticos, asociaciones ciudadanas, etc., están mas alejadas de los intereses que dicen defender y mas preocupadas en luchar por conseguir o mantener el poder, o, en su defecto; tratar de hacer el menor daño posible al poderoso y, “primordial”, seguir manteniéndose en el sillón.
Dos ejemplos me ratifican en esta apreciación.
Por un lado lo fácil que unas cúpulas consiguen acabar con una huelga de dos meses, sin conseguir sus reivindicaciones, pasando por encima de las secciones sindicales que han mantenido de forma exitosa, a mi entender, una presión contra el gobierno que ha hecho a todo un ministro tener que arremangarse y ponerse a la faena. Y ese alegato de "mi jefe", justificando la decision, en que el uso indebido de un derecho fundamental, la ley de huelga. ¡¡El uso indebido!!. La proxima huelga la hara el.....
*- Y ahora que pasa, ¿habra desafiliaciones?.
*- Posiblemente pero eso a la cupula le importa poco. Ellos van a seguir en el machito.
Por otro las declaraciones de Jorge Alarte, en la entrevista en el diario Información en el cual arremete contra la cúpula del PSPV, y a algunos nombres antiguos que hacen mas daño que bien, a la que acusa de estar fuera de lugar y de época. Y entre otras cosas, propone un cambio de gente, de política, de estructura, de proyecto, de planteamientos, en tres palabras, un cambio general, no una renovación, y yo hoy estoy con el si eso se lleva a cabo
Mientras leía la entrevista me ha venido a la mente la imagen, que tanto vimos cuando entonces, la foto de aquella famosa nomenclatura soviética, inmovilistas asomados al balcón del Kremlin, celebrando el dia de la revolución rusa. Cúpula que solamente fue posible tumbar horadando desde los cimientos y con la colaboración de todos.
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